Maía se reinventa

Lleva en su brazo la estrella que más brilla, se llama Maía, una de las 7 hermanas de la constelación de las pléyades de la mitología griega.

Su espíritu inquieto y nada convencional no la limitan a que un cantante deba solo moverse en un género determinado y por eso explora lo urbano. Tiene fuerza, articula bien, la letra tiene contenido y ha gustado. Maía tiene la capacidad de cantar lo que sea. No cree en las colaboraciones con el propósito de que un artista se pegue siempre al de género urbano porque es el del momento, prefiere llamarle dueto y es así como la vimos a principios del 2015 en  ‘Fiesta de Verano’ con Maluma; en diciembre  del mismo año
 con ‘Esta noche hay fiesta’ y recientemente con ‘Tu que traes’ con el champetero Kevin Flórez.

La incursión al género de la calle implicó una investigación por parte de la barranquillera, volver un poco a sus raíces caribe. “Yo vengo de la tradición oral que conocemos con el folclor, pero también vengo de toda esta época donde se han venido formando los diferentes sonidos de la calle, que van desde hip hop, Trap, rap, champeta, reguetón, dance hall, terapia y todo esto es algo que hace mucho tiempo estuve pensando en trabajarlo, y trabajarlo de la manera correcta, con unas melodías y una armonía estéticamente adecuada a la mayoría de los oídos, buscando obviamente afinación y buscando las historias como nuestra primera clave”.

¿Dónde queda el pop dentro de todo este universo urbano que explora?

Bueno, con relación al pop y lo urbano, no se sabe dónde termina uno y dónde comienza el otro, el pop de alguna manera también fue un poco la evolución de lo que pasaba con los boleros y las baladas, pero metiéndole un poquito más de rock, metiéndole lo que acontecía en las calles y de alguna manera siempre estamos sujetos a que la música está cambiando.

La música no se fusiona, la música evoluciona y evoluciona de las maneras que la humanidad decida, dependiendo de cómo se va educando el oído, muchas cosas regresan con otros aditamentos como en la moda.

Nosotros no somos un género y nunca lo hemos sido, hemos estado dentro de un gran universo del pop y del Caribe, de la música tropical, sería muy difícil, muy aburrido. Creo que la idea de experimentar, de innovar y de convertirse en un cantante para toda la vida es poder trabajar muchos sonidos.

¿Y qué pasa en Colombia con la mujer en la música?

La música en este momento, no solo a nivel nacional sino a nivel mundial es muy masculina en cuanto a los artistas y es muy femenina, en cuanto al público. De alguna manera las mujeres somos el 65 o 70% de todo lo que se compra y todo lo que pasa en el planeta, somos una influencia muy grande, y son los artistas masculinos los que de alguna u otra manera están más en el ojo del huracán. Nosotras como mujeres nos es a veces difícil poder apreciar a otra mujer, no es imposible, pero no es fácil. El reto es ese, poder salir y no convertirse en un género que necesita venderle al hombre, sino en un género que pueda vender a su mismo género, que le pueda contar historias a su mismo género. Nosotras tenemos que tener una confianza, un lenguaje y una situación muy diferente para poder llegar a las mujeres como público.

¿Le ha costado ser mujer y construir un nombre en la música?

Yo nunca me he sentido ni inferior ni he sentido que los obstáculos que hemos tenido han sido porque soy mujer, es posible que sea así, pero yo nunca lo he sentido así, a mí me criaron de tal manera que uno tiene que trabajar por lo suyo, y sí, a algunos les toca más duro que otro, pero no creo que es por una cuestión de género, es porque la vida es así.

Han existido momentos difíciles y hay sutilezas que uno siempre debe cuidar y que todas cuidamos, no necesariamente solo las que estamos en este medio del entretenimiento, pero creo que hay que quitarse la tara de la cabeza porque el machismo es patrocinado por nosotras mismas, eso no se va a acabar hasta que nosotras no cambiemos la vuelta.

¿Quién es tu referente musical?

Totó la Momposina, Petrona Martínez, me gustan mucho las mujeres con grandes voces que pueden cantar canciones arriba, alegres, pero que también pueden cantar canciones tristes o introspectivas, para mi esa versatilidad de un artista lo hace ser un actor por tres minutos, que es lo que dura la canción.

Me gusta mucho también cantar canciones de hombre, porque creo que también le quedan bien a uno como mujer. Me gusta hacer muchas cosas de Frank Sinatra, he cantado muchas cosas con Ricky Martin, con Robi Draco Rosa y no les cambio la letra, yo la canto exactamente igual, porque es una canción y no tiene nada que ver.

¿Qué dice la piel de Maía?

Tengo 6 tatuajes, el primero fue con el que me casé, duró 8 años, pero el amor se transformó; el segundo cuando me separé; el tercero dice ‘puro instinto’y tiene que ver el disco ‘Instinto’ (2013) y lo acompañan 7 pájaros que tienen todo el croma, los 7 colores más importante del croma y el número 7 para mí que es mi número perfecto a nivel de física cuántica.

El cuarto dice ‘paz interior’ en sánscrito, me lo puse para que cada vez que me lo mire en el espejo me acuerde; el quinto que son los círculos de la cosecha, que son sistemas que se hacen en sembradillos de maíz y el sexto, es la constelación de las pléyades, que es basada en la mitología griega, donde están las 7 hermanas y una de ellas es Maía, es llamada así y es la estrella que más brilla.

¿Para qué sirve la ingeniería mecánica en la música?

Primero que todo la ingeniería mecánica y todas las ingenierías vienen de la palabra ingenio, nosotros hemos construido todo a través de creer y crear, y el ingenio se hace a través de la matemática y la física, la música es totalmente matemática, la música escrita, el ritmo, las frecuencias, todo es absolutamente matemáticas, de hecho no entiendo como la gente puede creer que es tan disímil cuando en la época barroca, cada uno de las grandes músicos era matemáticos, biólogos y físicos. Ahora es que la gente ve la matemática aburrida y la música chévere, pero cuando tú vas a escuela de música y das los corales de Bach y das rítmica, ya no te parece tan chévere.