Esta última edición de año hace un tributo a acontecimientos y artistas que han enaltecido el nombre de nuestro país a través de sus obras musicales. EL 2016 celebró el vallenato como patrimonio, lo que exhorta a sus exponentes a seguir construyendo en el género, bajo un legado que dejaron nuestros juglares y termina con un concierto de buenas letras en el evento del Nobel de Paz, en el que participó Juanes en representación de Colombia.

Fue un gran año para Colombia, subieron algunos artistas, se fortalecieron otros, y nuevos entraron en la escena musical y además  la industria se hizo más fuerte, lo que permite más espacios para nuestros talentos. Esta editorial es entonces una invitación a todos aquellos que conforman y tienen de alguna manera la tarea de preservar nuestros legados culturales y musicales con altos niveles de responsabilidad y valores. Primero, a nuestros artistas,  evolucionar en sus narrativas, en los colores y matices, en la sensibilidad propia de la música. Sí se puede hacer música con contenido y ser comerciales al mismo tiempo, y sí se puede lograr que sus canciones se queden en la posteridad así como en otrora lo hicieron  generaciones pasadas.

Evolucionar es mejorar, superar lo que hubo antes. Las colaboraciones de artistas, las fusiones de ritmos, e incluso, pasar de un género a otro más universal desde la perspectiva del artista, también es evolucionar, para ganar otros mercados, seguidores y dinero.

Segundo, para los directores de estaciones radiales y de espacios musicales y programadores, deben ser los curadores de los temas que traen los artistas… ¡pues no todo les puede sonar!. Seamos capaces de censurar, basados en unos códigos implícitos sobre los contenidos que no afecten a nuestros oyentes.  Los medios de comunicación tenemos responsabilidad también, debemos ser más sensatos sobre lo que divulgamos para no hacer crecer polémicas que giran, por ejemplo, a los contenidos vulgares de una canción, que a la postre lo que hace es sumarle a las vistas y descargas en redes sociales de los artistas.

Tercero, para quienes administran la cultura, necesitamos pronto el Teatro y más espacios para otras disciplinas del arte, más televisión con contenidos culturales y documentales de región.

A nuestros lectores,  ¡gracias por acompañarnos!

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