Lejos está la tecnología con la que se inició la videovigilancia hace casi tres décadas atrás. Ahora, gracias a las diferentes herramientas disponibles en el mercado, podemos hablar de soluciones que incluyen tecnología incluso predictiva para conocer los hábitos de quienes circulan por cualquier edificación.
En una era en la que pensábamos, gracias a las películas de Hollywood, que estaríamos siendo ayudado por robots, Johnson Controls nos ofrece una visión de lo que será la videovigilancia en el 2022 y en la que se encuentran soluciones que nos harán sentir en una película de ciencia ficción situando a las organizaciones un paso adelante en la detección de personas ajenas a las instalaciones, incidentes y hasta de actividades sospechosas.
Ahora las cámaras pueden llevarse como cualquier accesorio
Este tipo de dispositivo ha sido utilizado, mayormente, por cuerpos policiales; sin embargo, su utilidad se está extendiendo a otras industrias donde se requiere vigilancia portátil. Algunos de los usos que harán de este dispositivo uno de los favoritos del 2022 es que, gracias a su uso durante algunas actividades al interior de las fábricas, como control de calidad o control de inventario, será posible dar soporte con mayor eficacia a la gestión que se realiza.
“Una de las mayores ventajas de las cámaras corporales radica en que la transmisión del video es en tiempo real lo que evita que tengan que transportarse los equipos desde un lugar a otro para la descarga del video”, destacó Luis Enrique Bonilla, Business Development Manager para Latinoamérica y Caribe de Johnson Controls.
Asimismo, este equipo posee un botón de pánico que, en cualquier situación que coloque a una persona en una situación de peligro, le permitirá obtener apoyo desde un centro de monitoreo en donde se recibirá y gestionará la alarma.
“Otra gran ventaja comparativa de estas soluciones es que, en próximas evoluciones, se conectará a la plataforma de videovigilancia Cloudvue y logrará hacer un streaming del sistema a la nube sobre redes 4G o Wifi”, destacó también Bonilla.
Adicionalmente, estas cámaras poseen características innovadoras que las hacen únicas; por ejemplo, su capacidad de transferencia rápida y segura de vídeo y audio, que ayuda a la gestión de pruebas. Además, su cifrado inteligente potencia la máxima seguridad y privacidad, define los derechos de acceso y protege la infraestructura de almacenamiento. Esta es una solución personalizable diseñada para un dispositivo corporal, o hasta un número ilimitado de dispositivos.
Las cámaras pueden ser utilizadas en entornos de cualquier área, desde retail, educación y salud hasta seguridad privada, comercial y transporte.
Robótica: el futuro de la observación y el reportaje
Desde el punto de vista de la seguridad, los robots autónomos de Johnson Controls proporcionan un punto de vigilancia en movimiento que abordan las monótonas tareas de seguridad asociadas a observar, patrullar e informar, pero realizadas con objetividad y precisión, lo que permite que el personal se enfoque en resolver los incidentes mientras el robot se encarga de vigilar y transmitir la información.
Algunas de las actividades de las unidades robots incluyen: detección y reconocimiento de personas, detección de objetos y prevención de incidentes, entre otras.
“Con la robótica no sólo estamos dando un paso adelante en materia de videovigilancia, sino que también estamos salvaguardando la integridad del capital humano, porque ahora, con todo lo relativo a la pandemia, estas soluciones evitarán el contacto físico y permitirán que los empleados dediquen más tiempo a la respuesta y menos a la observación”, puntualizó Bonilla.
Estos robots de Tyco tienen la capacidad de llevar a cabo una respuesta autónoma a los eventos y enviar imágenes en directo a los sistemas de gestión de vídeo y a la nube. Asimismo, los eventos identificados por los robots activan protocolos que pueden enviar alertas automáticas al personal, bloquear puertas, denegar el acceso, hacer seguimiento de actividades sospechosas, entre otras.
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