Por Patricia Escobar Jaramillo
Jean Carlos, una voz sublime
Lo dice Wikipidia: “Jean Carlos Centeno es uno de los intérpretes vallenatos de mayor reconocimiento a nivel nacional e internacional por poseer una de las mejores voces en el género, calificada de magistral y sublime”.
Pero también lo reconocen todas las encuestas y hasta sus más acérrimos críticos.
Nacido en Cabinas, Venezuela, el 13 de diciembre de 1976, creció en La Guajira, destacándose desde niño por su calidad interpretativa. Admirador desde siempre de Rafael Orozco, otra gran voz del vallenato, se dio a conocer nacionalmente cuando en 1992 gana en San Juan del Cesar el concurso de canción inédita interpretando un tema en homenaje a su ídolo, escrito por Pocho Cotes Jr.
Un año después ingresa como vocalista a la agrupación Binomio de Oro, donde realiza una excelente carrera de doce años de éxitos. En el 2006, se lanza en solitario, realizando, a la fecha tres producciones y lanzando seis sencillos.
¿Cuándo se dio cuenta que podía cantar?
-Desde que tengo uso de razón tuve la inclinación por cantar. A la edad de 9 años me gustaba escuchar emisoras, imitaba a los locutores pretendiendo alcanzar la similitud de su vocalización al narrar las noticias y propagandas de esa época. Luego me interesé por empezar a escuchar más a fondo la música variada de ese entonces y en mi casa los casettes de música romántica. A los 12 años me fui a trabajar y así cantaba como aficionado.
¿Ha recibido clases de canto o de técnica vocal?
-No he recibido formalmente clases de un profesor, pienso que el haber escuchado óperas y baladas me benefició mucho para nunca temerle a los tonos altos, y más cuando son sostenidos. Pero también reconozco que en el Binomio de Oro conté con personas que me ayudaron a mejorar mi técnica vocal al momento de indicarme como dosificar al modular mi voz para cantar sin vibratos.
¿Cómo cuida su garganta?
-Como hielo jajajajaja, aunque parezca absurdo realmente caliento la voz con hielo por recomendaciones de un médico y me ha funcionado muy bien. También caliento la voz antes de iniciar mis espectáculos, no me sereno, duermo bien y juego futbol dos o tres veces por semana.
¿Siente que su voz es sublime?
-Lo sublime de mi voz está en el don que Dios me concedió, solo en eso. Soy consciente que soy un elegido de Nuestro Señor Jesucristo, que me premió con este don maravilloso, de poder transmitir mis sentimientos a través del canto y la composición.
¿Cuándo y cómo fue lo de la operación de las cuerdas vocales?
-Esto fue en Bogotá. Por la gloria de Dios conté con la Fortuna que el médico, hace diez años me encontró un problema en una cuerda vocal y aunque nadie creía que volvería a cantar, luego de la cirugía Dios nuevamente se manifiesta en mí, y me concede una recuperación divina, porque los médicos no se explican lo exitosa que fue mi intervención y más la recuperación.
¿Cree que su contextura física, su cuello ancho y corto, le han servido para tener excelente voz?
-De cierto modo si, pues está demostrado como en el caso de Pavarotti, y guardando las proporciones y respeto por ese gran maestro del canto mundial; que el cuello ancho y la forma de mi aparato respiratorio me dan unas habilidades y facilidades para la interpretación vocal.
¿Qué relación hay entre la voz y la interpretación?
-A mi modo de ver, considero que aunque están íntimamente ligadas, la voz guarda más relación al aspecto físico del ser humano, en tanto que la interpretación es un don divino, cuando nos referimos a la interpretación artística como tal, claro está.
Nelson Velásquez, romántico.
Nació en San Juan del Cesar, comenzó a los 10 años su transcurrir por la música, pero no lo hizo cantando si no, ejecutando el acordeón. Sin embargo, como siguiendo los pasos de los juglares, en muchas ocasiones acompañaba esa nota con el canto, donde comenzó a hacerse notar por su forma especial de interpretar las melodías.
Fue Omar Geles quien descubre su voz melodiosa y le da la oportunidad llevándolo como corista de su exitosa agrupación, Los Diablitos. Esa fue su plataforma. Y de allí en adelante todas, o casi todas las agrupaciones vallenatas, lo llamaron para hacer parte de sus coros en grabación. Él era garantía de éxito.
En 1995 se lanza al ruedo como solista y un año después lanza su primer trabajo discográfico al lado de Emerson Plata. Su voz brillante y su sentimiento romántico lo convierten rápidamente en ídolo en Venezuela, Ecuador, Perú, México, Panamá y los Estados Unidos.
Este año hace una gira a México donde llena con 20 mil personas la discoteca más grande de América Latina ubicada en Monterrey, al mismo tiempo recibe Disco de Oro en México por superar las 100 mil copias vendidas. Por si fuera poco recibe Orquídea de Diamante en Venezuela ante 30 mil personas, el máximo galardón de los Premios Orquídea, premios que se dan por aclamación del público y aplausos.
A principios de este año, Nelson realizó una gira por varias ciudades europeas, donde ratificó la calidad interpretativa.