Para nuestros lectores que aún disfrutan leer en papel, regresamos con esta ‘exquisita’ y ‘poderosa’ edición de fin de año que pretende quedarse en la mesa de su casa como un producto que se puede guardar y leer en los próximos 2, 5 o los años que el papel se conserve. Son llamados atemporales, con algo de profundidad y escrito por las manos de conocedores, músicos, escritores, cronistas y muchos de ellos protagonistas de los sucesos culturales de la música y el arte en general.

La connotación de ‘poderosa’ es para hacer referencia de nuestros contenidos, donde los temas centrales son la declaratoria de una danza como Patrimonio; artistas que se despiden de los escenarios; una película que pretende ser memoria de un grande, entre otros. Entonces, este producto encierra un valor especial por la relación que tienen sus temas, que recuerdan con ricas anécdotas a talentos que ya no están: Joe, Calixto Ochoa y Diomedes Díaz; los que dejan escenarios: Totó La Momposina; de géneros en debacle cada vez con menos exponentes: la salsa y el merengue; de canciones con 30 años de existencia y siguen siendo hits: ‘No hay cama pa´tanta gente’.
Más allá de la nostalgia de que no estén, de las ausencias o poca fuerza, es el significado de lo que son ahora, e hicieron en el pasado que marcaron una pauta y son legado y que siempre tendrán una historia qué contar, y esas son precisamente las historias que no pasarán de moda.
Escribir sobre éstas es como hacer un ‘cover’ de un tema musical con nuevos arreglos, es como el periodista le entrega a quien no lo vivió, vio o escuchó, la referencia de un éxito o acontecimiento. Es así como les seguiremos contando a nuestros lectores, por impreso o digital, a través de crónicas, reportajes o formatos más livianos, las historias que definen nuestra identidad Cultural Caribe, que definitivamente están por encima de los nuevos modos, que por lo general son frágiles y sin profundidad, efímeros y sin norte.
Nuestra tarea, en definitiva, no es solo quedarnos ahí. Entendemos que la modernidad ofrece propuestas que no emularan a la construcción de un juglar o de un clásico, si a música se refiere. Estos tiempos están diseñados para que todo sea ligero, se mueva en lo que se llama tendencia, que es pasajera y nada trascendental.

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